El cuerpo lleva la cuenta
Efectos del estrés psicológico en el cuerpo, por Bessel van der Kolk.
- 10/6/2023
Lyons-Ruth estaba especialmente interesada en el fenómeno de la disociación, cuya manifestación es sentirse perdido, abrumado, abandonado y desconectado del mundo y verse uno mismo como una persona no querida, vacía, inútil, atrapada y asfixiada. Descubrió una relación «sorprendente e inesperada» entre la desafección materna y la falta de sincronía durante los dos primeros años de vida y los síntomas disociativos en la edad adulta temprana.
Lyons-Ruth concluye que los niños que no son realmente vistos ni conocidos por sus madres tienen un mayor riesgo de crecer como adolescentes incapaces de conocer y de ver. Los niños que viven relaciones seguras aprenden a comunicar no solo sus frustraciones y sus aflicciones, sino también su yo emergente (sus intereses, preferencias y objetivos). Recibir una respuesta empática protege a los niños (y a los adultos) de los niveles extremos de activación del miedo. Pero si nuestros cuidadores ignoran nuestras necesidades, o les molesta que existamos, aprendemos a anticipar el rechazo y el retraimiento. Lo manejamos lo mejor que podemos bloqueando la hostilidad o el abandono de la madre como si no importara, pero es probable que nuestro cuerpo permanezca en un estado de alerta elevado, preparado para rebatir los golpes, la privación o el abandono. La disociación significa simultáneamente saber y no saber.