Nosotros mismos creamos las reacciones de estrés en función de lo que tenemos dentro. Los sentimientos suprimidos determinan el sistema de creencias y la percepción de nosotros mismos y de los demás. A su vez, estos sentimientos suprimidos crean literalmente los acontecimientos e incidentes que nos ocurren en el mundo, acontecimientos a los que después achacamos nuestras reacciones. Es un sistema ilusorio que se refuerza a sí mismo. A esto se refieren los sabios iluminados cuando dicen: «Todos vivimos en una ilusión».
Lo único que experimentamos son nuestros propios pensamientos, sentimientos y creencias proyectados en el mundo, que causan lo que vemos que sucede.